viernes, 19 de septiembre de 2014

IAN McEWAN Y SU NOVELA SÁBADO

FICHA TÉCNICA 
Título : Sábado
Autor:  IanMcEwan
Editorial:  Anagrama
Año de publicación: 2005

IAN MCEWAN
Poco puedo decir de este autor, del que sólo he leído el libro que comentaré a continuación. Supe de su existencia gracias a una crítica de algún periódico, revista o algún medio de comunicación que no recuerdo muy bien. Lo definían como un escritor indispensable y brillante. De hecho, buscando por la red descubrí que en el Reino Unido tiene muy buena reputación. Por ello, cuando vi su nombre en la biblioteca, no dudé en apostar por él, aunque sinceramente: ojalá no lo hubiera hecho, o al menos, ojalá hubiera escogido otra novela.  
Decir que es mal escritor sería una gran falacia, pues nada más lejos de la realidad. Tiene una técnica impecable e irreprochable. Lo que ocurre es que resulta lento y aburrido. Dicho esto, creo que es de esos escritores al estilo Virginia Woolf, que su falta de movimiento o te duerme o te estimula. Personalmente, Virginia me apasiona, mientras que Ian McEwan, sinceramente, todo lo contrario. No explora el terreno emocional o sentimental, se limita a reflexiones puramente racionales (ya sean políticas, sociales o circunstanciales -los términos técnicos, por ejemplo, cuando habla del trabajo del protagonista (es neurocirujano) son muy tediosos, y poco útiles para el avance de la historia, y no para de usarlos-) que en general se extienden mucho y resultan poco estimulantes.

SÁBADO: 2003, LA GUERRA DE IRAK, LONDRES, COTIDIANIDAD Y LA CLASE MEDIA-ALTA:
Se nota que McEwan es un escritor con tablas, puesto que las descripciones son muy exactas y  eso ayuda a que al lector le resulte fácil visualizar cada detalle, aunque como contraposición tanta explicación sin acción se hace pesada.
Un buen ejemplo de ello: el partido de squash. Desde que Henry, el protagonista, pisa la cancha, hasta que el partido acaba, te tienes que comer veinte páginas enteras (no se trata de ninguna exageración: están contadas, de la 121 a la 141, capítulo 2).    
La historia trata de Henry  Perowne, un neurocirujano casado con una abogada, que tiene dos hijos, un Mercedes, una casa de dos pisos, y escucha a Bach y a Schubert. Pese a lo que pueda parecer, el tipo en sí no resulta pedante en absoluto. La historia de Perowne transcurre un sábado en el que hay una manifestación en contra la guerra de Irak en la ciudad de Londres (nos situamos en el 15 de febrero de 2003), y el tema de la guerra es recurrente a lo largo de toda la historia. El protagonista no cesa de reflexionar sobre las diferentes ideologías e intereses que se pueden tener al respecto, pero siempre con una tendencia (tratándose de un personaje como Henry Perowne ya se puede intuir) conservadora y tradicional.
Pese a lo dicho sobre la lentitud de la acción, en un sábado Henry hace un montón de cosas, relatadas en primera persona, aunque todas más o menos cotidianas: hace el amor con su mujer, juega una partida de squash, hace la compra, visita a su madre, va a ver a a su hijo a un ensayo de su grupo de blues, cocina…
Sobra decir que cada una de estas cosas está relatada con mucho cuidado y detalle (curiosamente menos la parte del sexo) y va intercalando la situación presente con sus ideas y racionamientos, que no tienen relación directa (pero sí indirecta) con las circunstancias actuales del protagonista.  
Esta descripción de la realidad junto a las divagaciones de Henry, es lo que hace que la novela esté por un lado bien escrita, y por otro, que su lectura suponga (voy a ser sincera) un auténtico suplicio.
Todo es así hasta que llegamos al cuarto capítulo (hay cinco). Entonces toda la acción que le ha faltado a la novela, se concentra en este capítulo. Así de golpe, donde el mundo ideal del protagonista se ve amenazado por personajes conflictivos y de clase social baja. Hecho que desvela bastante sobre la ideología política del escritor (ya sospechada por las opiniones sobre la guerra de Irak del protagonista). Hay que reconocer que este capítulo es realmente bueno, porque pasan una serie de cosas inesperadas, y es lo que hace que, en cierto modo, no te sientas estafado o estafada del todo. De hecho, me atrevería a afirmar que lo que le sucede (intentan atracarlo a él y a su família en su propia casa) guarda cierto paralelismo con un ataque terrorista: un acto realizado por personas de diferente ideología o, en este caso, diferente nivel cultural y social, hace que la placidez de una persona dentro de un entorno bienestante se vea rota, o por lo menos, amenazada.
El final, aunque es bueno, no acaba de contrarrestar el interminable sábado de un cuarentón soporífero hasta la médula.
    
En resumen, la brutalidad de la precisión de los adjetivos no compensa esta falta de ritmo y actividad, y no es lo suficientemente carismático o elocuente como para que despierte interés al lector. Por más que al final se arregle, a la novela le sobran páginas y le falta chispa.


martes, 9 de septiembre de 2014

Devoción por Murakami y otra de sus obras maestras: After dark



FICHA TÉCNICA 
 Título : After Dark
Autor:  Haruki Murakami
Editorial:  Tusquets Editores 
Año de publicación: 2008


MURAKAMI, UN GENIO AL ALCANCE DE TODOS:
Hay cosas que si te las comieras rápidamente no pasaría nada, no supondría ningún sacrilegio, como sucede con las patatas chips. Hay otros platos, sin embargo, que si están bien hechos, son para saborearlos pausadamente, como el sushi, pues apetece disfrutar lentamente de la textura carnosa y a la vez fresca del salmón o el atún crudos, mezclados con el sabor intenso de la salsa de soja y de la consistencia del arroz. Puedes saborear cada parte por separado o comerlo todo junto y que se produzca una explosión de sabores en tu boca. Pero en todo caso, para disfrutar del plato no vale engullir simplemente y pasar a otra cosa. Eso sería injusto e incluso absurdo, pues es un plato demasiado exquisito para tratarlo así.
Murakami es como el sushi, lo tienes que leer con calma y detenimiento, parándote para apreciar cada frase, cada emoción expresada, cada enfoque en la trama. Porque es demasiado preciso, demasiado sutil y preciosista en las descripciones para pasarlo por alto. Estoy segura que Murakami adora cada personaje y situación que crea, y transmite al lector su fascinación por personas nihilistas y misteriosas que suelen sobrevivir un día a día cargado de soledad.
Hace años me dejé seducir por el particular universo de Murakami, donde la fantasía y el misterio se entremezclan con la realidad, y desde entonces me he quedado atrapada en él. Sólo puedo decir que todo fervor que se le haya mostrado por parte de crítica y lectores es poco. Realmente es uno de los mejores escritores contemporáneos que existen, con una sensibilidad e imaginación dentro de la literatura mundial fuera de lo común. Si no has leído nada de él, debes hacerlo. Si te gusta leer y no has leído a Murakami, es como que te guste la comida exótica y no haber probado el sushi. Puede que una vez lo pruebes no te guste, pues el pescado crudo suele repeler a mucha gente, pero por lo menos hay que probarlo. Para conocerlo, yo empezaría por Tokio Blues, que es la novela con la que se hizo famoso y se ganó su gran reputación.
En ningún caso empieces con 1q84 (por muy fan que seas de la novela de Orwell), porque puedes coger una indigestión de fantasía y surrealismo. Empecemos primero por lo más comercial y luego ya si te va gustando puedes ir subiendo el nivel de irrealidad. 


Es una suerte para todos que este escritor no se haya quedado en lo llamado “undergroud”, y la gran masa de lectores podamos disfrutarlo. Pues a menudo con autores así de buenos sucede que se quedan en lo inalcanzable para el gran público, como un Vega Sicilia en la estantería de arriba de las tiendas de vinos: No sabes que existe porque nadie te habla de él, puesto que se presupone que no tienes el status, la sensibilidad o el paladar requeridos para apreciarlo. Está allí arriba, sólo apto para quien pregunta por él, para quien ya lo conoce. Pero en este caso, al Vega Sicilia lo han bajado a la estantería del medio, a la altura de los ojos, y le han puesto un precio asequible, así la mayoría de la gente lo puede ver. Pero su sabor y calidad siguen inalterables: este es Murakami, un genio al alcance de todos. 

AFTER DARK[1]:

Es la historia de dos hermanas que aparentemente no están muy unidas pues cada una es muy diferente a la otra, incluso se puede decir que en cierto modo son opuestas. Mari es reservada e inteligente, y Eri es guapa y el centro de atención, aunque que esto último sea a su pesar. La historia empieza con muy buen ritmo con el diálogo del joven Takahashi y Mari, pero se detiene en el segundo capítulo. La gestión del tiempo va avanzando cuando aparecen Takahashi y/o Mari, y se para con Eri, la hermana guapa. Así como la aparición de Mari está relacionada con actividad y movimiento, Eri es la pausa, el silencio, la quietud. El contraste entre estas dos maneras de entender el tiempo es la clave de esta novela dinámica y estática a la vez. Puede parecer así explicado que los momentos de más quietud puedan resultar aburridos, pero la forma espectacular de narrar los momentos de Eri del autor, hace que la lectura sea exquisita. Es más: Eri es el personaje con más gancho de todos pese a que no expresa una sola palabra en toda la novela. Por enigmática, porque entrevemos un alma sensible y sufridora, por compleja, y porque parece tener un magnetismo sobre los demás, pese a su distanciamiento con éstos. Pero sobre todo, porque está ligada a algo turbio. Algo ilógico pero que está tan bien descrito que parece más real que la misma realidad.
Eri no es la única que se ve envuelta en sucesos que parecen fantásticos: también Mari y otro personaje, Shirakawa, se encuentran, de manera aislada con alguna situación tenebrosa. Pero Eri está íntimamente ligada a esta tenebrosidad, no aparece ésta como algo casual ni aislada, sino como algo permanentemente unido a ella.
De todos modos, todos los personajes tienen un lado triste y oscuro. No es casual que toda la acción de la novela suceda por la noche, cuando los demás duermen.

-          Mari parece haber vivido bajo la sombra de su hermana Eri, recluida en sus estudios y sus lecturas, por miedo a enfrentarse al mundo exterior. Como ella misma confiesa, se ha ido creando su propio mundo interior, para poderse relajar, quizás porque es débil y la pueden herir fácilmente. Vive resignada a pensar que nunca se entenderá con su hermana, y en el fondo se siente culpable por ella.

-         Takahashi es un joven solitario que ha tenido una infancia muy desgraciada, pero se enfrenta al presente con gran responsabilidad y sentido común. Parece ser alguien en quien los demás confíen de manera instintiva y él mismo no sepa porqué. De hecho, parece que no se conozca demasiado a sí mismo, a pesar de ser una persona muy madura y consciente pese a su temprana edad.

-         Shirakawa es un hombre normal y corriente, que trabaja como informático por las noches, pero que por alguna razón se ve envuelto en un asunto turbio. Parece que lo que ha hecho (que por supuesto no revelaré) haya sido fruto de algo que no ha sido capaz de controlar, como si una fuerza superior a él le haya empujado a proceder de una forma impulsiva e irracional. 

-         Kaoru es una mujer físicamente fuerte, que puede imponer respeto a quien no la conoce, pero en realidad tiene un gran sentido de la justicia y de la compasión. Se suele encontrar en entornos poco armoniosos, puesto que regenta un love hotel, y a menudo se tiene que enfrentar a situaciones desagradables, pero parece que está resignada acostumbrada a ello.

-         Korogi se esconde de unos hombres que la persiguen y trabaja de noche limpiando el love hotel porque así no la pueden encontrar, pues nadie la ve: ella limpia cuando los clientes se van. Debido a su invisibilidad forzada, su presente parece no existir, y se tiene que remontar a los recuerdos para poder seguir tener una razón para vivir el día a día y no hundirse en la tristeza.

Si te has leído ya alguna novela del autor, sabrás que la tristeza y soledad en los personajes es una parte importante que configura el sello Murakami. Así como su tendencia a mezclar algunas escenas de fantasía con el realismo general: durante la noche que se describe, parece que las escenas muestren imágenes inquietantes y turbadoras, hasta el punto que no sabemos si estamos hablando de realidad o delirio siniestro. En resumen, se puede decir que es una novela típica de este escritor, donde una vez más, demuestra su gran sensibilidad y gusto por el detalle tanto en las descripciones de las escenas como en la complejidad de los personajes. Es inquietante y cautivadora, impredecible e hipnótica. No te la puedes perder.



[1]
El título Alter Dark proviene de una pieza de jazz: "Five Spot After Dark", de Curtis Fuller-. Y las referencias a este estilo de música, así como al pop o al blues, se van repitiendo a lo largo de la novela.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Eres el mejor, Cienfuegos, de Kiko Amat


FICHA TÉCNICA 

Título: Eres el mejor, Cienfuegos
Autor: Kiko Amat
Editorial: Anagrama 
Año de publicación: 2012

KIKO AMAT:
Es un escritor [relativamente] joven, e irreverente. Esto se hace evidente en cada  novela suya, pues sus temas recurrentes son la música (no en vano lo clasificaron en su momento como novelista pop), las tribus urbanas y el alcohol y las drogas.
De él conozco El día que me vaya no se lo diré a nadie, y Cosas que hacen Bum. Es de esos escritores que ya sabes de antemano que leer cualquier obra suya es una apuesta segura para entretenerte y reírte un rato, pues las tres novelas que conozco se podrían clasificar como tragicomedias, pero donde la tragedia en realidad es tan cómica que no es casi trágica.
Los protagonistas se obsesionan a menudo con las relaciones de pareja que tienen o han tenido, y fruto de ello suelen hacer cosas disparatadas y desternillantes.
También influye en que sea un escritor por el que me resulta fácil apostar, por una mera cuestión de cercanía. Me explico: los personajes son de la misma generación que la mía [y la de tantos: la del baby boom], y además habla de una Barcelona que yo conozco (de unos barrios, calles y edificios muy conocidos de la ciudad). Además, los diferentes personajes a menudo son marginales en algún sentido y tienden a tener un estilo de vida poco convencional, y esto resulta siempre atrayente. 

OPINIÓN:
El protagonista (que se llama Cienfuegos) es un tipo bastante penoso y patético y uno de los méritos de la novela es que a pesar que lo capullo que resulta (en especial cuando va explicando todo lo que le hizo a su ex estando embarazada), te cae hasta bien. Cabe decir que esta simpatía va creciendo a medida que avanza el libro.

Cienfuegos escribió una novela de éxito hace años cuando parecía que se iba a comer el mundo, estaba seguro de sí mismo y tenía una buena relación con Eloísa; Sin embargo ahora trabaja en un diario haciendo un trabajo que en el fondo le aborrece, y es un cuarentón que no ha superado la ruptura con su ex mujer. En definitiva, ahora se siente un fracasado. Se encuentra en una etapa autodestructiva en el que la culpa y el miedo no lo dejan avanzar, donde muchas veces pierde la noción de la realidad y le cuesta aceptar su situación actual y pasar página. Debido a todo ello, lo vemos envuelto en situaciones delirantes donde pierde el control y a veces parece que algunas neuronas también (el alcohol, los porros y cómplices igual de brutos que él le suelen ayudar en bastantes ocasiones).

La novela está bien escrita, hace comparaciones divertidas y, como suele ser habitual que pase con este autor, hay partes en las que no puedes parar de reír. Si bien es cierto que explora los sentimientos de culpa, fracaso y abandono del protagonista a fondo y con gran destreza.      

Pese a que parece una novela enfocada a lectores “jóvenes” (de la generación del Baby Boom) y que al texto le acompañen unos dibujos simpáticos que pretenden, precisamente, dar una imagen juvenil y moderna a la novela, en realidad está explicada con gran maestría y con una inventiva e imaginación desbordantes.

Como punto negativo, el principal fallo es que a Kiko Amat a veces se le olvida que existen los puntos, por lo que hay varias frases inacabables, menos mal que hace un buen uso de las comas y puedes respirar un poco, porque sino sería insufrible. Para que veas que no exagero aquí [1] va una muestra

En la novela el paisaje de fondo es el movimiento 15M del 2011, y varios rincones de la ciudad de Barcelona, situados en el Born, Gràcia, l’Eixample y evidentemente, el centro (con la Plaza Catalunya y su ocupación por parte del movimiento 15M, y su posterior implicación policial). También nos habla de hechos concretos de ese año como el descubrimiento del desfalco del yerno del rey, de los primeros recortes en sanidad y educación, de la subida del IVA, del desplome que tuvieron los mercados de Grecia e Italia, y de cómo el Estado empezó a inyectar capital a los bancos en quiebra.
A parte de todo esto, aborda temas diversos como la paternidad, la amistad, la percepción del éxito, el paro y las relaciones en general.
Para acabar, debo reconocer que el final no es nada del otro mundo, pero en su conjunto se trata de una novela del todo recomendable.
En resumen, es una novela divertida y muy bien estructurada. Si tienes un espíritu joven y sentido del humor, te gustará.



[1] “Y la inmensidad de ese indulto, la posibilidad de que Dios o la asamblea genética o el fantasma traslúcido de las navidades pasadas o un ángel de segunda hayan perdonado su maldad y miseria antiguas se vuelven insostenibles, y casi está a punto de volverse loco, ese hombre, allí en la clínica, y por eso se queda rígido como un maniquí, en el vídeo, “¡Pero apártate, que no se ve al niño!”, y él sin escuchar las palabras del padre de Eloísa, sólo agarrando aquella mano invisible de pequeño roedor austral, oliendo su piel inmaculada y pálida como la mantequilla, sintiendo ese hondo y extremo amor genético que ha brotado de la nada, atado allí, pegado allí, sin quererse mover aunque arruinara el metraje, aunque tapara al niño, aunque arruinara la parte gráfica del evento, pues ese infeliz se cree indultado.”